En la última jornada, ayer, una cadena televisiva preguntaba a dos amigas mías si la obra que tenían frente a ellas la consideraban "arte". La respuesta de una de ellas fue que si estaba allí, debía ser por algo...!
Jamás entendí el arte. Aunque a veces se trate, simplemente, de no entenderlo. Un cuadro, una escultura, una representación de la realidad o del imaginario con tanto significado para unos y tan poco expresivo para otros.
Fervientemente, creo que al amor al arte solo puede llegarse a través de la transgresión, que nos llegue un sentimiento de que algo se nos desgarra por dentro, incluso que nos produzca rechazo o esperpento a la primera observación. Un choque entre el objeto y tú, que abra tu imaginación y te permita, también, ser creador...
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