E-mail de los lectores: Vivir como las flores


Cuando he leído el asunto del mensaje, ha sido difícil abrirlo. Decía "Ofensa" el correo de una lectora de Dos días en Colera. Y nos escribe, precisamente, para que podamos evitarla y aprendamos a "vivir como las flores".
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Es un cuento precioso y para que llegue a todos, lo copio aquí.

- "Maestro, ¿qué he de hacer para no ofenderme? Hay personas que hablan demasiado. Otras injustas o ignorantes, que me invaden..."

- "Puedes... vivir como las flores".

- "¿Qué significa?"

- "Pon atención a esas flores -continuó el maestro-. Nacen del estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del suelo todo lo que es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo asumir la responsabilidad de los propios errores, pero no sabio permitir que los defectos de los demás incomoden. Es su responsabilidad y no tu culpa, no te guardes la ofensa dentro. Ejercita la virtud de rechazar el mal que viene de fuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. Eso es vivir como las flores".
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Gracias por enviar este cuento agridulce al buzón de sugerencias.

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