Estrechar lazos difíciles de disolver, que hacen crecer y ser felices. De eso trata el "Nacimiento", uno de los cuentos breves de Maria Teresa Galan, de Barcelona, escrito en mayo de 2010. Creo que consigue explicar con fuerza y expresión esta idea de la vida. Es muy importante para mí publicarlo en 2díasenColera, y quisiera poder dedicar estas líneas especialmente a su hija Mònica y a su sobrina Laura. Muchas gracias!
Nacimiento
Por Maria Teresa Galan, 2.05.2010
Había pasado mucho tiempo desde la última vez que tuvieron contacto.
Mara recordó cuando dudaba de qué carrera elegir, Feli le dijo muy convencida de que lo que tenía que hacer era biología. Su pasión por los animales y las plantas eran indicios claros. Cuando Mara lo contó en su casa, sus padres pusieron el grito en el cielo: "¿Biología?... ¡Mucho estudiar y poco trabajo; el mercado laboral está muy mal...!". "¿Y Feli, qué estudiará?", le preguntaron. "Empresariales", dijo ella. Sabía que sus padres asentirían por lo que haría su amiga, puesto que siempre consideraban que Feli acertaba con todo.
Feli estaba en estado, imposible era disimularlo, tenía pareja y les iba muy bien. En cambio, Mara había tenido algunas relaciones que no acababan de satisfacerle. Con su último novio la relación terminó de repente. Eran las doce de la noche cuando se presentó en casa de sus padres buscando algo de consuelo. La madre se quedó absorta. Aquella tarde justo había llenado el armario que Mara había dejado vacío, por lo que ahora tenía que volverlo a dejar libre para ella.
Fueron juntas a comprar mil cosas. Tras dar mil vueltas por El Corte Inglés, cogieron el metro de vuelta. Feli estaba agotada. Era tarde y había poca gente en el tren. De repente, Feli gritó que había roto aguas y tenía dolores. ¡Pobre Mara!...
... "Aguanta, Feli. Pediremos ayuda", decía Mara. Pero Feli no podía aguantar más. Gritó y se sentó en el suelo. "Nooooooo", dijo Mara. Mientras tanto, Feli le espetó: "¡Ahora es hora de demostrar que eres una bióloga. Haz un esfuerzo y ayúdame!
Mara estaba temblando. No sabía que hacer en aquellas circunstancias. Sí había visto nacer pollitos, y también algún gatito, pero no tenía ni idea de qué se tenía que hacer con mujeres, solo que tenía que actuar muy rápido. Hizo aquello que le dijo su instinto hasta que llegó la ayuda médica.
Había sido un día intensísimo. Nunca antes Mara había podido imaginar que asistiría un parto. Fue un nacimiento sin complicaciones, una muñeca preciosa que ahora tenía entre sus brazos y que la miraba como si su vida dependiera de ella; un poco sí, había contribuido con sus esfuerzos a su nacimiento. Su cuerpo seguía tremblando pero la sonrisa de Feli le iba tranquilizando.
Una explosión de sentimientos intensos hicieron que se replantease su carrera. Los momentos vividos no podrían ser sustituidos por nada. Ahora lo tenía muy claro: sería comadrona.
Aquella niña bella tenía una padrina maravillosa: Mara. Aquel reencuentro fue el inicio de un nacimiento que las había unido para siempre.
Para ver el relato original pincha aquí.
Agradecimientos descarga de texto en PDF: www.orfalas.com.
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